ConfidencialCAT, electoralismo a la enésima potencia
Encontrar un doble sentido a cuanto nos rodea es fácil si, simplemente, tenemos capacidad crítica y de análisis.
Me gustaría dedicar esta reflexión a la polémica generada en torno a la aparición del DVD ConfidencialCAT, producido por Convergència i Unió.
La irrupción de este video electoralista no sólo ha revolucionado la campaña electoral catalana, sino que, además, ha dejado entrever cómo un partido político es capaz de manipular a la población para satisfacer unos determinados objetivos partidistas.
Para CiU ConfidencialCAT es un documental que nos descubre la catástrofe política que han supuesto para nuestro país los tres años de gobierno tripartito. Hasta aquí todo podría parecernos normal. Sería lícito que un partido político utilizara, como novedad, un soporte audiovisual para hacer campaña contra sus adversarios políticos. El problema aparece cuando mediante este formato audiovisual se intenta engañar a los ciudadanos. En primer lugar, ConfidencialCAT no es un documental: es un video de marcado carácter electoralista, así que decirle a una población que, por lo general, no tiene los mismos conocimientos que nosotros sobre los diferentes géneros que este video es un documental es faltar a la verdad, porque, en fondo, no deja de ser pura propaganda.
En él se criminaliza el hecho de que tres formaciones políticas legales y plenamente democráticas sumen la mayoría necesaria para formar gobierno. ¿Dónde está aquí el delito? ¿Dónde ve CiU el complot? En este sentido, ConfidencialCAT supone el final del “pujolismo”, aquella era en la que CiU fue un modelo a seguir para la derecha española. Los años de moderación y trabajo por el país ya han quedado atrás. Ahora es tiempo para la exaltación y para la carrera hacia la Generalitat. Y no importa hacerla criminalizando al adversario o atribuyéndole acciones que nunca ha cometido. Nunca, porque el tripartito habrá sido un gobierno de coalición algo “conflictivo”, algo inmaduro o incluso irresponsable en algunos momentos, pero en ningún caso corrupto. Como mínimo, no menos de lo que lo fueron los gobiernos de CiU. Mas y los suyos deberían haber pensado en ello.
ConfidencialCAT manipula, engaña y utiliza a la ciudadanía. Hace uso de imágenes de la televisión pública catalana sin previa autorización y, lo que aún es más grave, recurre a varios rostros de inocentes ciudadanos que, supuestamente, se vieron perjudicados por la “catastrófica” gestión del Tripartit. Quizá poca gente se ha parado a pensar en ello, pero me parece lamentable que alguien que ni tan siquiera defiende las ideas de un partido tenga que verse reflejado en su video electoral. Más aún cuando esta formación recurre a sus testimonios descontextualizados para conseguir un resultado electoral concreto. Lo que les ocurriera en su día poco les interesa. Cómo se encuentren ahora, mucho menos.
Nuestra capacidad crítica de futuros periodistas nos permite hacer esta doble lectura, una doble interpretación que, lamentablemente, no todo el mundo podrá llegar hacer. Los medios de comunicación, en estos casos, no sólo tendrían que ser el reflejo de la actualidad. Deberían facilitar a la ciudadanía las herramientas necesarias para entender y analizar cuanto hay a su alrededor. Quizá sería mejor que fuera la sociedad, por ella misma, la que supiera hacer estas lecturas entre líneas, pero en los tiempos que corren, acostumbrados como estamos a que todo se nos dé hecho, este objetivo puede llegar a parecer inalcanzable.
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